lunes, 23 de marzo de 2015

Mi hija, mi espejo???

Los hijos son el espejo de los padres, frase que me sonaba un poco trillada la cual había escuchado y leído un sinfín de veces pero sinceramente no le puse la atención que requería. Voy haciendo y diciendo cosas de manera tan normal, sin pensar en lo absoluto que tengo alguien que imita y sigue mis pasos todo el día todo el tiempo (24/7) Quizás uno como mamá lo ve de manera tan normal que siempre tengamos una pequeña sombra ahí; que está con nosotros en los cafés, en las tiendas de ropa, con las amigas, etc. En lo absoluto llegamos a pensar que todo lo que estamos diciendo y todo lo que hacemos ellos lo captan de una manera tan impresionante que hoy ciertamente me dejo pensando y reflexionando. Mi niña de apenas 3 años utilizó el término “Salí goda (gorda)”en una foto que pidió ver del celular de una de mi hermanas. ¿Cómo una niña de esa edad se le ocurre utilizar esa frase? Muy fácil. Porque lo escucha de su mamá todo el tiempo. ¿Cuántas veces al día me quejo de que me veo gorda?, ¿Cuántas veces ella ha escuchado que salí gorda en una foto? ¿Cuántas veces me critico a mi misma para que ella sepa utilizar la frase perfectamente? Sé que ella no dimensiona lo que dijo, sino que para ella es lo más normal que alguien vea una foto y el primer comentario de casi todas las mujeres sea ese. Y es que siempre vamos pensando en cómo hacer que nuestros hijos se relacionen de una buena manera, de cómo lograr que tengan una buena autoestima, de que se sientan seguros y buscamos clases, terapias, leemos, nos informamos y dejamos lo más sencillo a un lado. Y me queda claro que ellos aprenden más de nuestro ejemplo, de nuestras palabras y acciones que de nadie más. Hoy ella me ha dado una gran lección, hoy me he dado cuenta del poder y de lo que soy yo para ella. Y a pesar de lo buena mamá que me considero tengo mucho que cambiar y dejar a un lado mis críticas, mis inseguridades, mis frases negativas porque tengo en casa una esponjita que va absorbiendo todo lo que digo y hago. Y sí, mi hija es mi espejo, y quiero que ese espejito este orgullosa de quien es, que se acepte tal cual es y que por ella no pasen los fantasmas que como mujer tanto nos “angustian”. Mariana.

No hay comentarios :

Publicar un comentario